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Pieter Coecke van Aelst, el Triunfo del tiempo (c. 1550, Rijksmuseum Amsterdam). En esta representación del tiempo inspirada en Triunfos de Petrarca observamos los atributos habituales de la alegoría: el tiempo representado como Saturno (devorando a sus hijos) avanza en un carro tirado por dos ciervos, un animal con el que solía asociarse, y a su paso arrolla la fama simbolizada en el pasado clásico. Heracles está representado en la esquina inferior derecha con una columna, pues en la antigüedad el estrecho de Gibraltar se conocía como las columnas de Heracles.