mmfilesi

Jeroglíficos: Vocabulario – el faraón

Algunas palabras relacionadas con el ámbito del faraón.

Jeroglíficos: Vocabulario – el faraón

Rey, faraón (n-sw-t). De forma natural, por el orden de los signos, la transliteración de esta palabra debería ser sw-n-t, ya que el junco (sw) está el primero. Sin embargo, como explica Laura Huertas López (1), se transpuso gráficamente para que se ajustase a la palabra nesut y que quedase más compacto.

El señor de las Dos Tierras (nb-tȝwy). Era un apelativo que solía acompañar al nombre del faraón y hace referencia a las dos tierras del país; es decir, el Alto y el Bajo Egipto. El nombre es un genitivo directo que está está compuesto por el nombre «señor», que está representado por el bilítero nb, una cesta, acompañado del determinativo para hombre, que puede no estar, y el nombre en dual (tȝ+wy) para referirse a la tierra, al territorio.

Palacio real (pr-ˁȝ). Hay otras formas para escribir palacio, pero esta es quizás la más interesante. El término literal significaría «casa grande», que en Egipto equivale a «palacio». En palabras de Josep Padró (2): «La casa grande por excelencia en Egipto era el palacio real, y de ahí que a partir del Imperio Nuevo se extienda su uso popular de designar al rey con una perífrasis, se le llamaba la “casa grande” (per-aa), al igual que al Sultán de Estambul se le llamaba la “puerta sublime”. Desde aquí y a partir de la época de Akenatón se generaliza este uso y al rey se le llama per-aa. Pasa después al demótico, sigue y se transforma en la palabra utilizada hoy para llamar a los reyes de Egipto, “faraón”».

Trono (ns-t). Está formado por el monolítero t y el g , con forma de reposadero de jarra, que también sirve como determinativo de trono. En un principio constaba de otro signo con el valor ns, pero se dejó de usar y se quedó esta forma abreviada.

Cartucho (shn). El nombre de los faraones se escribía dentro de un cartucho formado por un cordel, un jeroglífico (V10) que en este contexto servía para dos cosas. Por un lado, como explica Barry J. Kemp, para representar de forma metafórica el territorio que controlaba un rey, que era el mundo entero sobre el que brilla el Sol y este control también tiene ciertas connotaciones relacionadas con la eternidad. En palabras de Kemp: «Se convirtió en símbolo de la “eternidad” (el símbolo shen), presumiblemente porque el lazo atado con firmeza no tenía extremo visible alguno» (3). Por otro lado, como señala Richard Wilkinson, «el cartucho también podría tener cierta función protectora, apotropaica de protección del nombre del rey» (4).

Corona real. El faraón vestía y portaba numerosos objetos que resaltaban su relación con los dioses y su poder en el mundo conocido. Uno de los más importantes era la corona doble, que estaba formada por la unión de la corona blanca del Alto Egipto (ḥḏt) y la corona roja del Bajo Egipto (dšrt).

Los títulos del rey

En la novela de Juego de Tronos de George R. R. Martin, llevada a la televisión por HBO, cuando se designa a Daenerys por todos sus títulos se indica que es «Daenerys de la tormenta. La que no arde. Princesa de Rocadragón. Reina de Meereen. Khaleesi del Gran Mar de Hierba. Madre de dragones. Rompedora de Cadenas. Reina de los ándalos, los rhoynar y los primeros hombres, Señora de los Siete Reinos, Protectora del Reino». Con esto, Martin una vez más hace un ejercicio de erudición, pues nombrar a los soberanos con una ristra de títulos es una tradición que se remonta a las antiguas culturas de Egipto y Mesopotamia.

En el antiguo Egipto, durante el imperio medio, los faraones recibían cinco títulos, de los que los dos últimos se incluían en los cartuchos. Menos uno, los demás títulos los recibían cuando ascendían al poder, un momento de gran trascendencia que implicaba resetear el calendario. Es decir, así como hoy en día decimos que estamos en el año 2022 después de Cristo, por entonces podían estar en el año tres del reinado de Teti.

El nombre de Horus (ḥr). Es el nombre más antiguo y solía representarse con el dios Horus con aspecto de halcón encima de un serej, que es la representación de la fachada de un palacio. El nombre del faraón se podía escribir dentro de esta fachada, como sucede en el caso de una estela del faraón Dyet, Serpiente, que se encuentra en el Louvre.

El nombre de Horus en una estela de la I dinastía que se encuentra en el Louvre. ©Guillaume Blanchard.

Las dos diosas (nbty). El título significa literalmente las dos señoras. Está representado por una serpiente cobra, símbolo de la diosa Uadyet, diosa protectora del bajo Egipto; y por un buitre, que es el símbolo de Nejbet, la diosa protectora del alto Egipto. Como sucede con las dos coronas, se enfatiza el poder del soberano sobre todo el territorio y su capacidad de protegerlo. Las diosas podían representarse encima de unas canastas.

Las dos diosas en un detalle de la Capilla Blanca de la capilla de Senusret I en Karnak. No tengo la referencia del autor/a.

Horus de oro (ḥr-nbw). El signo muestra al dios Horus sobre el símbolo del oro. No sé bien cuál sería la traducción correcta.

Nombre del trono. Ese nombre, también conocido como praenomen, se integraba con el cartucho y podía estar acompañado del título de Rey del Bajo y el Alto Egipto (nsw-bỉty), las dos grandes áreas del territorio, cada una simbolizada por un signo: el junco para el norte, el Delta, y la abeja para el sur.

El título de nesut-bity de Thutmosis II, en Deir el-Bahari. ©  “Blueshade” Idzkiewicz

Hijo de Ra (sȝ-Rˁ). Los títulos anteriores se recibían al acceder al trono. Este título se recibía con el nombre que se daba al nacer (nomen) y estaba representado por el pato, que significaba por homonimia hijo, y el disco solar símbolo de Ra.

Como explica Peter A. Clayton (5), a cada uno de estos títulos le correspondía un nombre. Así, por ejemplo, los nombres de Tutankamón eran:

TítuloNombreTraducciónRepresentación
Nombre de HorusKa-najt tut-mesutToro fuerte, propio de las formas creadas
Las dos diosasNefer-hepu segereh-tauy shetep-netyeru nabu«Dinámico de leyes, que calma las dos tierras, que aplaca a todos los dioses
Horus doradoUetyes-jau shetep-netyeruQue exibe la insignias, que aplaca a los dioses
Nombre del tronoNesu-bity: NebjeprureRey del alto y bajo Egipto: Señor de las manifestaciones de Re
Nombre de nacimientoSa-re: Tutanjamón (heka-an-shema)Hijo de Re, Imagen viva de Amón, soberano de la Heliópolis en el Alto Egipto

En la actualidad, se suele hacer referencia a los faraones por su quinto nombre, el de nacimiento; pero en la época el más frecuente era el cuarto, el nombre del trono.

Referencias

1. Huertas López, Laura. Curso de jeroglíficos egipcios, 2022. Segunda lección.

2. Josep Padró. La lengua de Sinuhé, Gramática del egipcio. Crítica, 2006.

3. Kemp J., Barry. 100 jeroglíficos. Crítica, 2005.

4. Wilkinson, Richard H. Cómo leer el arte egipcio. Crítica, 1995.

5. Peter A. Clayton. Crónica de los faraones. Londres, 1994. En la web de Amigos de la Egiptología.

6. A modo de introducción a la titulatura real es recomendable el vídeo de Laura Huertas al respecto.

Comentarios

*

Sin comentarios