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Jeroglíficos: Vocabulario – oficios

Términos relacionados con los oficios a partir de la Sátira de los oficios.

Jeroglíficos: Vocabulario – oficios

En la llamada Sátira de los oficios, un texto que se encuentra íntegro en el papiro Sallier II, escrito durante la dinastía XIX, un padre le alecciona a su hijo sobre la profesión que le conviene realizar en el futuro. Después de destacar las penurias que se padecen en unas cuantas destacadas, llega a la conclusión de que la mejor profesión es la de escriba. Vamos a ir siguiendo este texto para ver algunos jeroglíficos relacionados con los oficios.

«He visto al herrero en su trabajo, a la boca de su horno. Sus dedos son como garras de cocodrilo, y apesta más que las huevas de pescado. El carpintero que esgrime la azuela está más fatigado que un campesino; su campo es la madera; su arado es la azuela; su trabajo no tiene fin. Hace más de lo que sus brazos pueden hacer. Aún durante la noche tiene la luz encendida. El joyero golpea con el cincel, sobre todo tipo de duras piedras. Cuando ha terminado de rellenar un Ojo, sus brazos están exhaustos, y se encuentra fatigado. Está sentado hasta la puesta de sol, con sus rodillas y espalda encorvadas».

Carpintero (mḏˁḥ). El jeroglífico para significar carpintero está formado por el determinativo para hombre y un jeroglífico que representa una azuela , mḏˁḥ, (T7). Este azuela también puede significar cortar y se encuentra como radical en expresiones relacionadas con la carpintería, como construir en madera.

Construir en madera.
A la izquierda, una azuela encontrada entre los depósitos de fundación del templo de Hatshepsut. A la derecha, maqueta mortuoria representando un taller de carpintería encontrada en la tumba de Meketre (Reino Medio, dinastía XI). The Met Museum.

«El barbero está afeitando hasta el final de la tarde. Tiene que conducirse a sí mismo a la ciudad; tiene que llevarse a sí mismo a su esquina. Tiene que ir de calle en calle, buscando alguien a quien afeitar. Tiene que esforzar sus brazos para llenar su vientre, como la abeja, que come de acuerdo con lo que ha trabajado. El cortador de cañas ha de viajar al Delta para coger flechas. Después de haber hecho más de lo que sus brazos pueden hacer, los mosquitos lo han destrozado, las moscas lo han matado y ha quedado completamente rendido».

Barbero (ẖˁḳw). Con los matices que correspondan, la esencia de las palabras relacionadas con la barbería viene determinada por el signo U37 , que representa una navaja de afeitar.

Los hombres aguardan a ser atendidos por el barbero, que se encuentra en la esquina inferior izquierda. En la mano podría estar sosteniendo una navaja de afeitar, pero no se distingue bien. Copia facsímil de una escena de la tumba de Userhat (TT 56). The Met Museum.

«El alfarero ya está bajo tierra, aunque aún entre los vivos. Escarba en el lodo más que los cerdos, para cocer sus cacharros. Sus vestidos están tiesos de barro, su cinturón está hecho jirones. El aire que entra en su nariz sale derecho del horno. Fabrica con sus pies un peso con el que él mismo es triturado. Cava el patio de todas las casas y vaga por los lugares públicos».

Alfarero (ḳdw). La referencia es de Sánchez Rodríguez.

«Te hablaré también del albañil. Sus lomos son un castigo. Aunque está en el exterior, al viento, construye sin (la protección de) un toldo. Su taparrabos es una cuerda entrelazada y un cordel en su trasero. Sus brazos están agotados por el esfuerzo, habiendo mezclado todo tipo de suciedad. Come pan con sus dedos, aunque se lava al mismo tiempo (?). También hay miseria para el carpintero… la habitación mide diez codos por seis. Pasa un mes después de que las vigas hayan sido puestas… Todo el trabajo está hecho, y el alimento que lleva a su casa no [es suficiente] para sus hijos».

Albañil (trabajador de la piedra) (ẖrty-nṯr). No he encontrado en los diccionarios que manejo una referencia más ajustada. Pero es probable que esta podría ser equivalente. También puede escribirse con el símbolo rectangular para significar piedra .

«El jardinero soporta un yugo; sus hombros están combados (como) por la vejez. Hay en su cuello una gran hinchazón, que está supurando. Por la mañana riega las plantas; pasa la tarde atendiendo a los vegetales, mientras que al mediodía se afana en el huerto. Él mismo trabaja hasta que muere, más que cualquier otra profesión».

jardinero (ḫnt-š). La referencia es de Sánchez Rodríguez. En cambio, en Falkner viene como:

kȜry

«El campesino se lamenta más que una gallina pintada; su grito es más fuerte que (el de) los cuervos. Sus dedos están hinchados, y apestan tremendamente. Está débil, habiendo sido adscrito al Delta, hecho jirones. Está bien, si se está bien en medio de leones… Cuando alcanza por la noche su casa, la marcha lo ha agotado […]».

Campesino (sḫty). La base del término está formada por el trilítero sḫt (M20), que por sí solo significa ocupación, seguido el monolítero t , que refuerza el sonido t, la doble y , pues es un adjetivo nisbado, y el determinativo genérico de hombre, el cual suele utilizarse en muchos términos relacionados con las ocupaciones humanas.

«Mira, no hay una profesión que esté libre de director, excepto el escriba. Él es el jefe. Si conoces la escritura, te irá mejor que en las profesiones que te he presentado. Míralos en su miseria. Nadie dirá: “Un campesino y un hombre”. Ten cuidado. Mira lo que he hecho viajando hacia la Residencia. Lo hice por amor a ti. Un (solo) día en la escuela te será beneficioso. Es (algo) para la eternidad; su trabajo es (como) piedra…

»Mira, te he colocado en el camino del dios. La Rennenet del escriba está en sus hombros ya el día de su nacimiento. Llegará a la Sala del Consejo (como) uno ante quien los dioses se inclinan. Mira, no hay escriba que carezca de comida y de bienes de palacio (v.p.s.). Meshkenet es asignada al escriba; ella lo promociona en el consejo. Ruega a dios por tu padre y tu madre, que te han colocado en el camino de la vida. Atiende a estos (consejos) que he puesto ante ti, tus hijos y sus hijos…”».

Escriba (). La base de este jeroglífico es el kit de un escriba (Y3), que estaba formado por un tubo para guardar las cañas con las que escribían; una bolsa de cuero donde tenían las pastillas de colores y la paleta de madera donde mezclaban la pintura.

Fotograma de un vídeo de la Universidad de Memphis sobre los antiguos escribas. Ver en YouTube.

Referencias

El texto de la Sátira proviene de la versión de José Miguel Serrano Delgado publicada en Textos para la historia antigua de Egipto. Cátedra, 1993. Se encuentra online en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Para algo más de información sobre este texto se puede consultar:

Carmen Mayans. La “sátira de los oficios”, la suerte de ser escriba en Egipto. National Geographic, 2020.

Como en entradas anteriores dedicadas al vocabulario, los diccionarios que he manejado para la entrada son:

Faulkner, Raymond; Jegorovic, Boris. A Concise Dictionary of Middle Egyptian. Griffith Institute, 2017.

Sánchez Rodríguez, Ángel. Diccionario de jeroglíficos egipcios. Alderabán, 2013.

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