Tlazolteotl
Anotación escueta sobre la diosa Tlazolteolt y una conversación derivada...

Escribí esta entrada en Hormigas Discretas en el año 2006. El post era breve, pero suscitó una conversación interesante que recojo tal cual.
La mitología de los pueblos mesoamericanos es muy compleja. Al igual que el dios de los católicos es uno y trino, los dioses mesoamericanos se desdoblan una y otra vez en una miríada de advocaciones que pueden ser, incluso, contradictorias con la deidad original. Sin embargo, si uno esquiva la tentadora invitación de profundizar en el asunto, puede encontrarse con muchos mitos y rituales fascinantes, como los protagonizados por la diosa mexica (azteca) Tlazolteotl, la comedora de pecados.
La etimología del nombre es ya interesante: tlazol significa en nahua algo así como inmundicia y teotl divinidad. A esta diosa se acudía cuando uno estaba a punto de morir. Entonces le contabas tus faltas a un sacerdote, que los arrojaba simbólicamente a una copa donde ardía copal. De esta forma, quemados y transformados en humo, tus pecados llegaban hasta Tlazolteotl, quien los engullía dejándote así limpio de culpa para afrontar tu vida en el más allá. Eso sí, a modo de penitencia, debías atravesarte la lengua y las orejas con una afilada espina de maguey (una especie de cactus) y pasarte unos días en ayunas.

La diosa Tlazolteotl representada en el Códice Boturini. Lo que lleva colgando son pieles humanas, una vestimenta habitual entre las deidades náhuas
Los paralelismos con el sistema de confesión que se practica en el catolicismo son evidentes, aunque resulta más cómoda la religión de Jesús ya que te permite limpiar tu alma cuando quieras y las penitencias son menos dolorosas que entre los mexicas. Eso sí, también es justo reconocer que son más tediosas.
En cualquier caso, la idea de que contando tus faltas a un sacerdote quedes purificado me resulta fascinante. Por desgracia, no he experimentado nunca qué se siente durante una confesión. Tan solo he participado en un par de ocasiones en un ritual católico –una boda y una comunión– y en ambos casos me aburrí como una ostra. Sin embargo, sospecho que la confesión debe ser más entretenida o, cuanto menos, más terapéutica.
No sé si te pasa lo mismo, pero a mí cuando hago algo mal se me despierta una vocecilla desde el interior del alma que no tarda en volverse en neurótico tsunami en las lindes de mi conciencia. Por fortuna, mis equivocaciones morales son más por omisión que por acción, y eso atormenta menos.
PD. ¿Y qué pensará el cura cuando te confiesa?
Diálogo posterior
Max dijo el día 17:11:2006 a las 10:59
Pues yo no creo en los superhombres ni en los “metaprimates”. Pero sí creo que somos una mezcla de ángel y simio en la que ninguno de los ingredientes desmerece el resultado. ¿Se puede viajar hacia la gloria de los ángeles sin un desgarro simiesco? ¿Se puede viajar hacia el paraíso zoológico de los simios sin un desgarro divino? Yo diría que allá donde vamos, se presentan tres seres: el simio, el ángel y el portor (término circense destinado a introducir una imagen de Chagall como enigmática conclusión).
psycopata dijo el día 16:11:2006 a las 5:59
faltas, pecados, corrección moral…
Creo que se llame como se llame, tienen un denominador común… reducir o
ahuyentar el sentimiento de culpa. No voy a decir más obviedades ni,
por supuesto, intentaré reinventar ninguna teoría de la moral…
Pero sí que quiero decir que, muchas veces se puede llegar a confundir nuestra moral
con la moral impuesta, que generalmente es la que nos trae el sentimiento de culpa.
También se hace necesario, últimamente, preguntarse por los efectos de vivir
en una sociedad predominantemente católica, es decir de las consecuencias
que esto ha podido tener en nuestra formación como individuos.
Yo no creo en la Fe, ni en entelequias superiores constructoras de mundos imaginarios,
ni en vidas posteriores (al menos vidas como entendemos ese término);
tampoco voy a justificar esto ahora, simplemente no creo en los dioses.
De ningún color. En lo que sí creo es en la desgracia que ha supuesto -desgracia humana
en general- que la raza humana haya creido estas cosas.
Lo que quiero decir, es que inconscientemente, sentimos la culpa de una forma
un tanto “católica”, es decir, se siente la necesidad de ser….
jajajajajaja, me descojono: SINCERO/A. Perdón, son las voces.
Necisitamos “amigoconfesores”, y si no tenemos bastante nos castigamos sin salir
y cosas por el estilo. Y no sólo eso, además exigimos “amigoconfesos”, no vaya a ser
que, pecadores los demás, se tiren a mi chica sin contármelo, antes o después, mejor antes,
por si quiero atormentar morbosamente mi imaginación. Estos últimos, son los más adaptados,
pues poseen la virtud de ser pobres víctimas de la tiranía de los hombrel malos.
En definitiva, seguimos arrastrando lo peor de cualquier religión, a saber,
el sentimiento de culpa… con razón la Iglesia fue la primera en darse cuenta
de los “beneficios” de la propiedad privada.
Y otra cosa más, muerta la culpa, muerto el dios.
Saca el superhombre que llevas dentro.
Max dijo el día 16:11:2006 a las 6:12
Me he tronchado de risa con ese:
“Perdón, son las voces”
(…y todavía me río)
Marcóticos dijo el día 16:11:2006 a las 17:10
1) Sí, lo bueno de hablar con psyco es que es hablar en multitud.
2) No tengo tan claras las cosas como plantea Psyco. No sé si el sentimiento de culpa es tan malo como planteas; el problema es cuando surge por una razón equivocada (oh dios mío, se lamentaba el doctor Mengele, hoy solo he matado a 20 niños). Me parece que está bien sentirse mal por hacer las cosas mal. No creo en los superhombres, que en la praxis degeneraron en los nazis, por cierto.
Aunque sí estoy de acuerdo en que los planteamientos éticos deberían estar, cuanto menos, razonados por uno mismo y no ser un mero calco de lo aprendido de tus mayores / la sociedad.
En resumen, Psyco, encierra ese superhombre que llevas dentro.
PD. No he entendido muy bien lo de la chica, pero el problema radica en ese pronombre posesivo “mi”, pues vuelve objeto a un sujeto y ahí es donde aparece ese egoismo carnal que no conduce a ninguna parte.
Daniel Tubau dijo el día 17:11:2006 a las 5:24
Creo que es legítimo sentirse orgulloso de no seguir los prejuicios sociales y de intentar sacar lo mejor de uno mismo,pero estoy de acuerdo con Marcos en que eso no significa sacar al superhombre, sino más bien encerrarlo.
La creencia en los superhombres más allá del bien y del mal son propias de temperamentos débiles y acomplejados, como era el propio Nietzsche. Un escritor admirable y estimulante, pero demasiado dominado por el ánsia de ser especial y que los demás los supieran, lo que denota mediocridad emocional.
Quien está verdaderamente seguro de si mismo no necesita de esas zarandajas de los superhombres.
Y sí, creo que sentirse mal por algo que crees que has hecho mal, o arrepentirse de un error, denota grandeza intelectual y emocional, y muestra precisamente que uno, como decía Séneca, no va “donde se va”, como las ovejas, sino donde hay que ir. Porque por todas partes la gente va presumiendo de que no se arrepiente de nada y proclama no sentir ninguna necesidad de disculparse por nada. Otra cosa, por supuesto, es son las confesiones religiosas: casi siempre, como dice Psyco, meras fórmulas para quedarte tan tranquilo y poder seguir jugando al superhombre.
Y también de acuerdo con Marcos en lo del posesivo “mi”, algo que también creía el extraordinariamente machista Nietzsche, quien seguía así las costumbres y prejuicios de su época como un verdadero corderito.
Anónimo dijo el día 17:11:2006 a las 7:55
Nadie ha hablado de Nietzsche, no busquéis los tres pies al gato, pero ya puestos diré, que el rollito superhombre acabó siendo malinterpretado por la ideología nazi, efectivamente, pero eso no significa que la ideología nazi defina tal teoría, ni mucho menos define como nazi a aquel que hace referencia a ella. Y el hecho de que en la praxis degenerara en el holocausto, no da por mala la teoría, al menos en principio.
En ningún momento he hablado de la moral en general, ni de la forma en la que esta debe determinar el comportamiento de ningún individuo. Me he referido a la moral católica, si asi puede llamarse, y en las consecuencias que ésta ha tenido y tiene. De hecho, empiezo diciendo que no “voy a reinventar ninguna teoría moral”, no soy nadie para dar lecciones a nadie.
En cuanto a la grandeza intelectual, y teniendo en cuenta que yo no la tengo ni la quiero, diré que quien la posea, no necesita hacer grandes alardes de modestia (muchas veces fingida) , pongo como ejemplo el caso del matemático que demostró la conjetura de Poincare, y que no vino a Madrid a recoger la medallita, alegando que aquellos que se la otorgaban no estaban capacitados para juzgar su trabajo, y mucho menos su decisión de renunciar al exito-medalla-reconocimiento social… realmente este es un superhombre, por derecho propio. ¿Vanidoso, engreído, cretino, prepotente, o como dijo una matematiquilla de la UAM: “la pantoja de las matemáticas”? Qué más… hasta dónde llegará la envidia de la gente.
No hablaré más de superhomínidos…
En cuanto al problema del ‘mi’, está quien simplemente se refiere cariñosamente a alguien querido, y está quien realmente cree que esa persona le pertenece, y no tiene derecho a estar o conocer a alguien más. Voy más lejos y digo que la grandilocuencia de ciertos términos me resulta del todo incómoda: Infidelidad, Traición, Sinceridad; después de pensarlo, estoy más cerca de pensar que ocultan miedo en general, como el miedo a Satán y esas cosas, y vuelta a la discusión anterior. Lo que pasa que hoy Satán, está representado por el paro, el no éxito, etc, etc… Está todo reinventado
Daniel Tubau dijo el día 17:11:2006 a las 8:45
Creo que estoy más o menos de acuerdo con lo que dice Psyco, aunque son muchos temas mezclados y es fácil que nos maleinterpretemos unos a otros.
Sin embargo, me parece que es difícil hablar de la teoría del superhombre sin mencionar a Nietzsche.
Otra cosa es quienes, como Pico de la Mirandola dicen:
“[El hombre no tiene naturaleza] sino que por el esfuerzo de su voluntad puede elegir acercarse a las bestias o elevarse hacia los ángeles”, cosa con la que, dejando aparte las metáforas religiosas, estoy básicamente de acuerdo (y también en que es deseable elevarse hacia los ángeles, digamos). Pero creo, que, a diferencia de Nietzsche, y de ahí la imposibilidad de no citarle, esa elevación o mejoramiento no se considera que vaya unida a dejar de lado las consideraciones acerca del sentimiento de culpa, que puede ser muy razonable si no es enfermiza e hipócrita (como en el catolicismo y/o el comunismo), ni las nociones del bien y el mal.
En cuanto al caso del matemático, no sé si lo pones de manera irónica como ejemplo de alarde (hipócrita) de modestia, puesto que es todo lo contrario (como en el caso del Sartre que rechazó el Nobel, pero no lo es, creo, en el caso de Woody Allen que no va a los Oscar).
Los alardes de modestia, evidentemente, no denotan modestia, pero tampoco creo que sea cierto, como ahora parece suponerse a menudo, que cualquiera que no hace lo que se espera que haga todo el mundo (recoger un premio, salir en la tele), o que se muestre modesto, tenga que ser necesariamente un presuntuoso. Parece como si por naturaleza tuviésemos que ser presuntuosos y que si no lo somos a todas horas seamos unos hipócritas.
En cuanto a lo de la teoría del superhombre y el nazismo, es claro que no hay uan relación de causa efecto y que con cualquier teoría se pueden hacer barbaridades (sin ir más lejos, de la bondad casi indiscutible de Jesucristo a la Inquisición), pero algunas teorías favorecen más que otras su utilización, sobre todo aquellas que postulan la existencia de superhombres, clases privilegiadas, el culto a los grandes héroes a la manera de Carlyle, etcétera.
Y la del superhombre es una de ellas.
Marcóticos dijo el día 17:11:2006 a las 8:47
Esto… me he perdido. No entiendo muy bien qué estamos discutiendo pero, fiándome de mi intuición, digo:
1) Algo tendrían las propuestas de Nieszte para que pudieran ser tomadas por los nazis. ¿Cómo es que no les sirvieron, por ejemplo, las de Bertrand Russell? Una pistola puede usarse para disparar a una persona o un patito de feria, pero siempre es peligrosa. Ha pasado muchísimo tiempo desde que leí un par de libros de Ntz. pero creo recordar que supuraba odio por los 4 costados.
2) ¿El de Poincare era ese ruso maniático que vivía con su madre que pensaba que el mundo era horrible pq no le habían reconocido su talento cuando era joven?
3) Por otro lado, sí que es cierto que los españoles sí parecen mostrar cierta tendencia hacia una envidia malsana, que les lleva a soltar críticas y menosprecios por doquier.
4) Me parece que, en general, el mí se emplea al margen del cariño que se siente en realidad por la pareja… pero este es un tema tan complejo que no me atrevo a abordarlo en este momento.
roser dijo el día 17:11:2006 a las 15:13
… y los portoritos, no los olvidemos!
zafyro dijo el día 18:11:2006 a las 6:12
Sin animo de desmerecer a la entrada original, va a ser verdad lo que mencionaste una vez respecto al interes de los comentarios en un blog :P.
Solo intervengo para, volviendo un poco al tema de la confesión, romper una lanza en favor de las religiones. Tal vez, el exceso de religión en el ambiente nos ha vuelto un poco impermeables a su contenido, contenido que por norma general suele ser más que aceptable. Yo, la verdad es que tengo poco que objetarle a los 10 mandamientos cristianos, a exceción de tres primeros, que siempre me parecieron metidos un poco a palanca [en plan, 7 cosas razonables y tres que no lo son tanto para que estas últimas se justifiquen por estar en buena compañía]
Respecto a la sensación que tiene uno al confesarse, ya que el autor pregunta sobre ello, puedo decir que depende del momento de tu vida. Si crees en los sacramentos como fue mi caso, es de alivio y paz, sienta bien [en mi caso no he tenido ningún trauma con la iglesia apesar de haber estudiado en un colegio de curas]. Llegado el momento en el que has perdido la fe, pero sigues practicando, la sensación es de ridiculo [¿que hago yo aquí contandole esto a esta persona?], a menos que el cura en cuestión sea tu amigo en cuyo caso acabas por contarle casi las mismas cosas pero en la comodidad de un bar y ahorrandote el engorro de la ceremonia.
psycopata dijo el día 22:11:2006 a las 9:44
y ya sé que no viene al caso… ¿alguien me puede decir algo sobre el video del pp?
zafyro dijo el día 23:11:2006 a las 4:25
Pues encargaron un video a una productora “independiente” [que no lo hicieron ellos personalmente vamos] y en principio los socialistas se descojonaron del video por que contenía imagenes de “inseguridad” de eventos ocurridos durante el gobierno de Aznar. Para mas INRI, posteriormente se ha descubierto que tiene imagenes de desordenes en medellín.
Una metedura de pata bien gorda. Lo mas divertido por supuesto es que han dicho que no quitarán el video…
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/11/20/prego/1164053237.html
psycopata dijo el día 27:11:2006 a las 10:55
yo creo que es muy cómodo descargarse de la culpa contandole el “pecado” a otra persona.
no sé que os parece.
además, evitar hablar de tus pecados cuando te sientes culpable por algo, es otra forma de ser discreto, y me parece que sincero con uno mismo…
Anónimo dijo el día 04:12:2006 a las 11:52
abrid los ojos el ser humano no puede ser superado si tiene miedo nadie nos debe de imponer una moral la libertad es la que nos hace grandes, no justifico la ideologia nazi pero si creo que tenian razon solo lo que querian era un mundo mejor sin jente debil y con cargo de conciencia respecto a nietszche estaba en busca del hombre perfecto tal ves nunca tuvo esa satisfaccion pero le hubiera gustado ver una sociedad liberal
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