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El Ragnarok

El Ragnarok y el tiempo lineal en la mitología.

El Ragnarok
Fenrir en un manuscrito islandés del siglo XVII

El tiempo lineal

En las religiones del libro, es decir, el judaísmo, el cristianismo y el islamismo, se considera que el tiempo discurre de forma lineal y, además, que lo hace hacia un fin claro. Al final de los días se celebrará un juicio divino y buenos y malvados irán, respectivamente, al paraíso y al infierno para toda la eternidad. El sentido de la vida en la Tierra resulta, por lo tanto, muy claro para el fiel. Es un tiempo de tránsito, un examen, en el que deberá superar las tentaciones para ganar la felicidad eterna. Toda la existencia cobra un sentido que permite, además, vertebrar el conjunto de normas éticas y sociales.

Esta concepción teleológica, con un fin, del tiempo también se ha desarrollado en ideologías laicas. Un ejemplo es el marxismo, que sostiene que la historia está encaminada hacia un fin, la dictadura del proletariado, como resultado inevitable de la lucha de clases y las contradicciones internas de los sistemas no comunistas. También en este caso, la vida adquiere sentido en función de la meta esperada.

En otras religiones, sin embargo, el tiempo no avanza hacia ningún fin concreto o lo hace de forma circular en ciclos de creación y destrucción del Universo. Un caso muy llamativo es el que encontramos en la mitología de los antiguos vikingos, que pensaban que en un futuro se produciría un enfrentamiento apoteósico entre todos los dioses y fuerzas del Universo, el Ragnarock, tras el que todo volvería a empezar. Es decir, a diferencia del tiempo cristiano, que se caracteriza por ser eterno y lineal, los vikingos pensaban que el tiempo tenía un plazo finito, que llegará un día en el que todo sucumbirá, hasta los mismos dioses, y que luego volverá a empezar otro ciclo de la existencia del Universo.

El fin de una era

El Ragnarock, que podría traducirse como «el destino de los dioses», lo describe en detalle el polifacético Snorri Stúrluson, un autor islandés del siglo XIII, en el Eda Menor. Según Stúrluson, primero llegará un período de tres años durante en el que habrá grandes luchas por todo el mundo. Por codicia se enfrentarán los hermanos y se matarán padres e hijos unos a otros. Luego llegará el Gran Invierno. Durante tres años soplarán tormentas de nieve desde todos los confines, habrá un frío muy grande y el Sol dejará de alumbrar.  Dos lobos monstruosos saldrán entonces del reino de los muertos y devorarán el Sol y la Luna. Las estrellas caerán del cielo y las montañas se derrumbarán entre colosales terremotos.

Estos desastres son tal sólo el prolegómeno de lo que está por suceder, pues la fuerza de los seísmos romperá la cadena que mantiene aprisionado al lobo Fénrir. Esta criatura espantosa, hija de Loki, dios del engaño y la traición, y de una giganta llamada Angrboda, recorrerá el firmamento devorándolo todo con sus mandíbulas, que, abiertas de par en par, abarcan desde el cielo hasta la tierra. Al mismo tiempo, la serpiente de Mídgard, tan grande que rodea la tierra, emergerá del mar, provocando un maremoto descomunal, y llenará todo el aire y el agua con su veneno letal. En medio de semejante caos, del Infierno saldrá el Naglfar, un barco hecho con las uñas de los muertos, guiado por el gigante Hrym, capitán de los gigantes de escarcha. Además, el cielo se partirá en dos y los gigantes de fuego cabalgarán al combate siguiendo la espada de fuego del gigante Surt.

La gran batalla

Guiados por Loki, todas estas criaturas de pesadilla se dirigen hacia un llano llamado Vígrid y se preparan para asaltar el Asgard, donde viven los dioses de la raza de los ases, pero uno de ellos, el as Heímdal, les pondrá sobre aviso tocando con mucha fuerza un cuerno gigantesco llamado Giallarhorn. Los ases se arman entonces con yelmos, cotas y lanzas y se aprestan al combate ayudados por los einhériar, los espíritus de los hombres que murieron en batalla.

Thor lucha contra la serpiente de Mídgar. Johann Heinrich Füssli (1741-1825)

Odín, señor de los ases, marcha el primero. Le siguen su hijo Thor, el as de mayor fortaleza, y Frey, un dios de la raza de los vanes. En el llano de Vígrid se produce el encuentro. Odín se abalanza sobre el lobo Fénrir, Thor marcha contra la serpiente de Mídgard y Frey carga contra Surt y sus gigantes de fuego mientras los demás ases tratan de frenar a la horda de monstruos y muertos que dirige Loki.

Thor consigue matar a la gran serpiente, pero, empapado en su veneno, él también sucumbe. El lobo Fénrir mata y engulle al viejo Odín; su hijo Vídar se abalanza contra la bestia para vengarle. Pisándole la mandíbula inferior con su zapato mágico, hecho con los picos que sobran al recortar un zapato para convertirlo en sandalia, le abre la boca hasta desgarrársela. Entre tanto, Loki y Heímdal, que habían estado luchando entre sí, se matan mutuamente. Tras esto, el gigante Surt lanza su fuego sobre la tierra y abrasa el mundo entero.

Vuelta a empezar

Casi todos los dioses y einhériar morirán entre las llamas del gigante Surt, pero unos pocos conseguirán sobrevivir. Entre ellos estará Vídar, su hermano Vali y los dos hijos de Thor, Modi y Magni. Además, regresarán dos dioses que habían muerto hacía tiempo, el hermoso Bálder y su hermano Hod.

También logrará salvarse una pareja de humanos, Lif y Liftrásir, que, refugiados en un bosque, se alimentarán durante un tiempo del rocío de la mañana, hasta que una hija del Sol vuelva a llenar de vida la Tierra. De la numerosa descendencia de esta pareja volverá a resurgir la humanidad y comenzará un nuevo ciclo de la existencia.

Las fuentes antiguas no dejan claro qué sucederá ni con los dioses y einhériar muertos en el gran combate del Ragnarock, ni con la humanidad que perecerá abrasada por las llamas de Sturt. Parece ser que se repartirán por distintas moradas del más allá, paradisiacas o infernales, en función de la bondad o maldad de cada uno, en las cuales ya vivirán para toda la eternidad, sea entre placeres, sea entre tormentos. Pero no me cuadra en lo más mínimo. ¿Para qué iban a organizar semejante batalla, si luego iban a repetir el mismo esquema de vida extraterrenal, con los Ases y los humanos buenos viviendo en compañía en un lugar formidable, y los malvados de vuelta a una morada infernal? Parece un poema de Borges, donde por encima de una fuerza todopoderosa siempre aparece otra fuerza todopoderosa aún mayor (al igual que ocurre con los superhéroes de los tebeos).

En el Edda Menor, exactamente dice:

«Entonces preguntó Gangleri: —¿Qué habrá luego cuando se haya abrasado toda la tierra y estén muertos todos los dioses y todos los einhériar y todos los hombres? ¿No habéis dicho antes que todos los hombres vivirán por siempre en algún sitio?

»El Alto respondió: —Habrá muchos lugares buenos y muchos malos. El mejor lugar para estar es Gimle, que se halla en el cielo. Hay sin embargo rica provisión de buena bebida paa quien de ella guste en una sala que se llama Brímir; ésta se encuentra en Okólnir. También es una sala la que hay en Nidafiol, que está hecha con rojo oro y se llama Sindri. En estas salas vivirán los hombres buenos y que son como deben. Luego hay en Nástrond una sala muy grande y espantosa y con la puerta hacia el norte; toda ella está hecha con serpientes trenzadas, que tienen todas la cabeza hacia dentro de la casa, y escupen tanto veneno, que por aquella sala corren ríos de veneno, y en aquellos ríos se debaten los perjuros y asesinos […]». (51. Traducción del islandés de Luis Lerate. Alianza Editorial. Madrid, 2008).

Sin embargo, en la Visión de la Adivina, uno de los poemas del Edda Mayor, la otra fuente fundamental en la que se describe el Ragnarock, no queda claro quién irá a este Paraíso después del Paraíso, el Gimle, si los muertos durante esta batalla apocalíptica o los que habrán de morir en este nuevo ciclo.

«El sol se oscurece, se sumerge la tierra,
saltan del cielo las claras estrellas;
furiosa humareda las llamas levantan,
alto, hasta el cielo, se eleva el ardor.

»Feroz ladra Garm ante Gnipahéllir,
va a romper la cadena, va a soltarse la fiera;
mucho sé yo, más lejos yo veo:
la hora fatal de los fuertes dioses.

»Ve ella [la adivina] que luego de nuevo el mundo
resurge del mar con perenne verdor;
bajan cascadas por altas cumbres
el águila vuela y peces atrapa.

»Vuelven los ases al campo de Idi,
del lazo del mundo, el horrible, se cuentan
y allá rememoran los grandes sucesos,
las viejas runas de Fimbultyr [Odín].

»Allá en la hierba después hallarán
los tableros de oro de gran maravilla
que tiempos atrás su gente tenía:

»Sin siembra los campos cosechas darán
se reparan los males, Bálder regresa;
en paz vivirán Bálder y Hod
en prados de Hropt. —¿ O mejor lo sabéis?

»Hónir entonces ramillas echa;
habitan los hijos de ambos hermanos
la casa de vientos [el cielo] . —¿ O mejor lo sabéis?

»Ve ella una sala más bella que el sol,
en Gimle se alza, con techo de oro;
morada será de las gentes de bien,
que allá gozarán hasta el fin de los días.

(Estrofas 57-67. Traducción del islandés de Luis Lerate. Alianza Editorial. Madrid, 2007).

En fin… habrá que investigar esto con calma.

Comentarios

*

  1. Andy dice:

    Dices que Fénrir es hijo de Loki y Hell, o Hella, pero no, Hella es también hija de Loki y hermana de Fénrir, o Fenris, que ya sabemos que aquí cada uno tiene 14 nombres al menos..

  2. marcos dice:

    correcto, corrijo. Muchas gracias por el aporte Andy