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Egipto: 1. Preparando el viaje

Algunos datos que espero resulten útiles antes de emprender un viaje libre a Egipto.

Egipto: 1. Preparando el viaje

A finales de diciembre de 2022, Eva y yo marchamos a Egipto en un viaje de unos quince días. Fue un viaje por libre muy intenso que iré contando en próximas entradas, pero antes que nada, hablaré de los preparativos.

No acostumbro a contar mis viajes dando detalles prácticos o recomendaciones, pues ya hay muchos blogs de viajes muy buenos con esta información, y suelo limitarme a escribir sobre mis experiencias y sensaciones. Sin embargo, en este caso quiero hacer una excepción para compartir una reflexión sobre cómo viajar a Egipto por libre que me hubiera gustado leer antes de nuestro viaje.

Como sucede con cualquier otro país, a Egipto se puede viajar de tres maneras: en un viaje organizado, libre con excursiones contratadas y totalmente a tu aire, una opción esta última que no tengo en consideración, ya que solo se puede realizar si vas sin un límite de días y con mucho dinero o sabiendo árabe, que no suele ser el caso. Veamos ahora los pros y las contras de las dos primeras.

Recorrer Egipto bunkerizado en un viaje organizado es la manera más cómoda y la que recomiendo sin duda a las personas con poca experiencia viajando por países complicados. Como expondré más adelante, Egipto no es un destino fácil. Todo lo contrario, es muy intenso y yendo por libre aumentan en gran medida los distintos problemas del viaje. Sin embargo, la comodidad tiene un coste muy alto y es que se ven muchas menos cosas y, claro está, te pierdes cualquier posibilidad de conocer algo del país. Se viaja en un hotel sobre el mar, los famosos cruceros, del que solo se desembarca unos momentos para ver el sitio arqueológico de turno y volver. Para lo bueno y para lo malo, no existe el menor contacto con la realidad actual.

Viajar de forma medio libre, en cambio, te permite conocer mejor el país, ves muchos más sitios y, al menos a nosotros, nos resulta mucho más divertido; pero, ¿se puede viajar así a Egipto? Respuesta rápida, sí y este podría ser un recorrido posible en este sentido.

La necrópolis de Guiza

El Cairo

El viaje puede comenzar en El Cairo, donde recomiendo alojarse en el Downtown, cerca de la plaza Tahrir, para dar algún paseo por esta zona entretenida y segura después de ver los restos monumentales. Nosotros nos alojamos en el hostel Champollion, un sitio limpio y acogedor que estaba muy bien. No te aconsejo que te alojes en Guiza, que son barrios muy deprimidos.

El primer día se puede dedicar a ver la necrópolis de Guiza -donde se encuentran las célebres pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos- y el nuevo museo arqueológico si ya estuviera abierto. En caso de que siga cerrado, se pueden visitar el museo viejo y el museo de la civilización egipcia, que está muy bien. Al museo viejo se puede ir andando si te alojas en el Downtown; al resto de sitios se puede ir en Uber o pidiendo un coche con conductor para todo el día en el hotel, que no sale nada caro para los sueldos europeos. En cambio, lo que no se debe hacer salvo emergencia es coger un taxi, pues con toda seguridad tratarán de estafarte. En caso de que no quede más remedio, ve mirando el trayecto con el Google Maps, trata de acordar el precio de antemano y no dudes en amenazar con llamar a la policía si al final del trayecto trata de cobrarte de más con cualquier pretexto.

El segundo día recomiendo ir a ver el conjunto de Dashur, donde están la pirámide roja y la romboidal, y luego marchar a Saqqara, donde además de la célebre pirámide escalonada hay varias tumbas muy interesantes y el Serapeum, que es imprescindible. En las excursiones que incluyen estos dos sitios se suelen añadir los restos de Memphis, pero no vale la pena perder tiempo en ir a verlos. Para realizar esta excursión puedes apuntarte a alguna organizada, pero es fácil que te metan en el pack tiendas de souvenirs (papiros y perfumes) que te harán perder un tiempo precioso y ver los sitios con prisa. Es mucho mejor contratar un coche con conductor en el hotel, que además creo que sale más barato. Eso sí, avisa con tiempo al hotel, que deberán gestionar los permisos de desplazamiento.

Estos dos días se pueden hacer sin guía, basta con informarse antes sobre estos sitios para comprender mejor lo que se va a ver. Hay información al respecto de todo tipo en Internet, por lo que no debería ser problema. Volveré sobre el tema de los guías más adelante.

Por último, en función del interés y el tiempo disponible, se puede dedicar un tercer día a El Cairo para visitar los sitios de interés de otros períodos, como la Ciudadela, el Gran Bazar, el barrio copto o las mezquitas históricas. Hay quien mete en este pack la ciudad de los muertos, pero no creo que la pobreza deba convertirse en objeto de interés turístico. Solo le dedicaría este tercer día a la ciudad, insisto, si se va con tiempo y, una vez más, para ir a los sitios recomiendo usar Uber, alquilar los servicios de un coche con conductor o contratar una excursión organizada.

Después de estos días se puede hacer una excursión de uno o dos días al desierto. Sale algo cara, pero es muy recomendable si te la puedes permitir y te gustan este tipo de paisajes, que a mí me apasionan. Si solo tienes un día puedes ir al Fayum y si tienes dos, al Desierto Blanco. Nosotros hicimos esta excursión para pasar los días 31 y 1 con una empresa familiar beduina (contacta con ellos directamente para acordar un precio más razonable).

El desierto Blanco

Luxor

Salvo que te interesen los resorts playeros o te quieras jugar la vida en el Sinai, la siguiente etapa del viaje debería ser Luxor, adonde se puede llegar de varias maneras desde El Cairo, incluido el avión. Nosotros fuimos en un tren nocturno para ahorrar un día perdido en desplazarse y nos alojamos en un apartamento estupendo que estaba situado en la orilla occidental, mucho más tranquila, que nos salió por unos cien euros las cuatro noches.

Dedicándole a los sitios el tiempo que merecen, conviene echarle tres días a la ciudad, pues hay mucho que ver: el valle de los Reyes, de las Reinas, de los Nobles, Deir el-Medina, los templos de Karnak, Luxor, Hatshepsut y Ramsés II, el museo arqueológico… Además, nosotros le dedicamos un cuarto día a realizar una excursión a Dendera y Abidos, que recomiendo sin duda.

Para moverte por Luxor puedes alquilar los servicios de un coche con conductor, ir andando, que muchos sitios están muy cerca unos de otros, utilizar la aplicación Careem, que es como el Uber, o ir con excursiones organizadas, una opción que desaconsejo si tienes interés por los sitios, pues van demasiado rápido. Nosotros aquí tuvimos mucha suerte, pues contamos con la ayuda de Sayed Ghassab, un guía encantador con mucho conocimiento del antiguo Egipto que nos hizo pasar unos días deliciosos. Y ahora es el momento de hablar de los guías.

Ver un sitio arqueológico con las explicaciones de un buen guía es formidable. Sayed nos contó muchas cosas sobre las tumbas y los templos que nos resultaron apasionantes y nos ayudaron en gran medida a entender los sitios que estábamos visitando. Sin duda, Sayed contribuyó a que los días de Luxor nos resultasen muy amenos e instructivos y el precio fue muy razonable. Sin embargo, si te toca un guía malo puede ser un desastre. Tratará de llevarte a tiendas de souvenirs a la que te descuides, se limitará a contarte tres chorradas que puedes leer en la wikipedia y terminarás arrepentido de cada euro que te cueste la jornada, que por lo general hay que pagar por adelantado. Así las cosas, mi recomendación es visitar El Cairo y Aswan sin guía y Luxor, que tiene muchos sitios que ver, con guía, pero solo si estás totalmente seguro de que trabaja bien, como es el caso de Sayed. Si no tienes esta certeza, mejor alquila un coche con conductor y visita los sitios a tu aire.

Aswan

La última etapa del viaje es Aswan, una ciudad pequeña y tranquila desde la que salen las excursiones a Abu Simbel. El trayecto entre Luxor y Aswan suele hacerse en crucero y dura dos o tres días. Nosotros fuimos en coche, con Sayed, y por el camino nos detuvimos en los templos de Esna, Edfu y Kom Ombo. Si no te interesan estos sitios o vas ajustado de presupuesto, el viaje puede hacerse en tren por un precio muy barato, aunque es una pena perderse estos tres sitios.

En Aswan, sin duda, lo más recomendable es alojarse en la Isla Elefantina, donde la gente es muy cordial y acogedora. Hay muchos sitios donde quedarse en la isla; nosotros estuvimos muy a gusto en el Meshra Katto, que sale muy bien de precio y está a 5 minutos del ferry público que lleva a Aswan. Lo regentan Abu y su hermano, que son muy majos y cocinan platos nubios tradicionales muy ricos, aunque por la noche solíamos ir a cenar a otro sitio cercano donde vendían cerveza.

Como mínimo, hay que dedicarle un día a Aswan, incluida la excursión a Abu Simbel, aunque recomiendo echarle dos días y medio. Un día se puede hacer la excursión de la orilla occidental, que incluye el monasterio de San Simón, chulísimo, las tumbas de los nobles, el jardín botánico y la estela del hambre. En total son unas cinco o seis horas y nosotros la hicimos con una barca con conductor que nos proporcionó Abu a un precio muy bueno. Creo recordar que unos 40 euros entre los dos.

Otro día se puede hacer el templo de Philae, el museo nubio, que es fantástico, y la excursión a Abu Simbel, que también se puede dejar para el día siguiente si vuelas por la tarde. Esta excursión sale a las cuatro de la mañana y regresa hacia las doce y se puede contratar con cualquier agencia que gestione coches compartidos. Si te alojas en la Isla Elefantina, para cruzar el río a esa hora tan temprana puedes preguntar las posibilidades a los barqueros del ferry público o en el hotel donde te alojes. Están acostumbrados. No contrates los servicios que te ofrezcan por el paseo marítimo, que son muy caros. En estas excursiones se suelen incluir el obelisco inacabado y la presa de Aswan, pero creo que no valen la pena. Son dos visitas demasiado caras para lo que dan de sí.

Por último, para regresar de Aswan a El Cairo y coger el avión de vuelta, lo más cómodo es el avión, hay varias conexiones diarias, pero si vas muy ajustado de presupuesto también puedes hacerlo en tren. Hablemos ahora de dineros ya que estamos.

Aswan

Presupuesto aproximado

Sobre el presupuesto solo me atrevo a a esbozar unos números, ya que depende mucho de la forma de viajar de cada cual, el número de personas que se vaya, las fechas, etcétera. En general, creo que 12 días pueden salir por unos 1500 euros por persona yendo en pareja y viajando con cierta comodidad. Quitando el guía de Luxor, que recomiendo si fuera Sayed, y la excursión del desierto, los gastos podrían sumar algo así:

Gastos individuales

  • Avión ida y vuelta: 400 euros fuera de temporada y con escala o entre 500 y 600 si es directo en temporada, pero sacado con antelación.
  • Entradas a los sitios: entre 200 y 300 euros sin meter aquí los más caros, como las tumbas de Nefertari y Seti I, que hay que calcular aparte.
  • Comida y bebida: unos 100 euros, quizás algo menos, sin cerveza, si alternas restaurantes con comida callejera. Vamos, si solo cenas y comes cualquier cosa durante el día para no perder tiempo, que es lo habitual.
  • Tren nocturno de El Cairo a Luxor: unos 80 euros si vas en cabina y unos 10 si vas sentado. El avión debe andar por los 100, supongo.
  • Vuelo de Aswan a El Cairo: unos 100 euros. Mucho más barato en tren, aunque es una turra descomunal.

Gastos compartidos

  • Dormir: en torno a 40 euros la noche en hoteles o apartamentos. Se puede conseguir por menos, pero ojo que los hoteles cutres de Egipto son muy cutres. Desconozco cómo son los hostales.
  • Excursiones (sin guía): En total, unos 300 euros en coches con conductor para hacer las excursiones, quizás algo más. Negócialos siempre en el hotel.
  • Imprevistos: unos 600 euros de imprevistos para gastos varios, como excursiones extra, el visado, un capricho, etcétera.

Y, ahora que ya sabemos que podemos viajar por libre a Egipto y cuánto podría costarnos, es momento de explicar algunos problemas con los que se puede encontrar el viajero.

Las complicaciones

Egipto es un país muy interesante, hay mucha gente encantadora y el legado cultural de la antigua civilización egipcia es fascinante. Sin embargo, es justo advertir que viajar por el país puede resultar complicado para el turista occidental, pues no son pocas las dificultades.

La más molesta es lo que se conoce como «acoso al turista», que en esencia consiste en gente pidiéndote dinero por cualquier cosa: decirte donde está un autobús, hablar contigo un minuto, indicarte dónde tomar una foto mejor… Cualquier interacción se traduce de forma inmediata en la petición de una propina, sobre todo en los sitios turísticos, como la necrópolis de Guiza, Memphis o el templo de Hatshepsut. La única solución es decir que no a todo con una sonrisa o ni responder y tratar de abstraerse de la legión de tipos que tratan de desplumarte, aunque puede resultar algo violento, hay que reconocerlo, cuando el truhan es un policía turístico que te exige la propina por darte los buenos días con una metralleta en la mano.

Aparte de que son muy pesados -acabas muy saturado de la cantinela del hola coca cola- y resulta un incordio tener que estar rechazando las interacciones todo el rato, lo peor de este acoso al turista es que terminas por recelar de todo el mundo y, aunque alguien te entre con buenas intenciones, desconfías de forma inmediata, pues ya estás con la guardia alta para prevenir el robo. Y esto es una pena porque también hay gente muy maja cuya única intención es ayudarte si te ven despistado, tal y como nos sucedió por ejemplo en la estación de tren de El Cairo.

Los intentos continuos por estafarte suponen el segundo incordio del viaje. A veces será simplemente subir el precio de las cosas que compras, como el agua, pero otras puede ser más jodido, como un taxista que te lleve a no where para pedirte luego una barbaridad por volver o que te dejen tirado en un servicio importante que hayas pagado por adelantado, como una excursión. La única manera de paliar esta situación es mentalizarse de que no pasa nada si te estafan cien libras egipcias, que son dos o tres euros, en uno de los países más pobres del planeta y fijar siempre los precios de antemano. Y, como dije, ni se te ocurra coger un taxi.

A estos inconvenientes hay que sumar los habituales de un viaje al norte de África, como las posibles infecciones estomacales, un concepto de la higiene urbana distinto al nuestro, la sharía y en el caso de Egipto la costumbre de matar turistas cada poco tiempo.

¿Es un viaje seguro?

Hablemos de seguridad, que suele ser un tema que suele preocupar. En Egipto se vive un conflicto tenso entre el los militares que ocupan el poder y grupos de extremistas musulmanes. Como el Ejército gana muchísimo dinero con el turismo, a finales del siglo XX los extremistas pensaron que nada les haría más daño que atacar esta fuente de ingresos y, de paso, asesinar a unos cuantos infieles y así cometieron diversos atentados contra los turistas: en 1996, 19 griegos fueron tiroteados a las puertas del Hotel Europa, en El Cairo; en 1997, nueve alemanes y un egipcio murieron disparados en la puerta del Museo Egipcio y poco después le quitaron la vida a 67 personas en el templo de Hatshepsut. El turismo cayó en picado y los militares reaccionaron llenando de soldados los sitios turísticos.

Aún así no consiguieron parar los atentados. Solo en los últimos años nos encontramos con que dos turistas vietnamitas y un guía egipcio murieron en un atentado con bomba en Guiza en 2015; en 2017 un fanático mató a puñaladas a 2 mujeres que estaban en un resort de Hurgada; en 2018 un atentado contra un autocar turístico dejó 4 muertos y diversos heridos; y hasta el ejército es peligroso, tal y como sucedió en 2015, cuando asesinaron a 8 turistas mexicanos al bombardear una caravana en el oasis de Bahariya.

Estas cifras no son altas si se tiene en cuenta el ingente número de turistas que visita el país, pero sí te hacen sentir algo incómodo si te paras a pensarlas. Por otro lado, el despliegue de tropas y las elevadas penas con que se castiga el daño al turismo hacen que las ciudades sean bastante seguras. Nosotros salimos por la noche por El Cairo y Luxor y en ningún momento percibimos peligro alguno más allá del incordio del acoso al turista, aunque una valoración subjetiva no permite afirmar nada con rotundidad.

El sistema de propinas

Destaco aparte uno de los problemas que nos provocó mayor dolor de cabeza: las propinas. En muchos trabajos relacionados con el turismo, la restauración y la hostelería, las propinas son una parte fundamental del sueldo de los trabajadores, por lo que esperan recibirla sea cual sea la calidad del servicio. El sistema es muy injusto para los trabajadores, que quedan a merced de la mejor o peor voluntad de la gente, y complica bastante calcular el presupuesto real de las cosas. Hay escenarios donde la propina está clara, como ir a un restaurante. Ahí se deja en torno al 10 por ciento del coste; pero luego hay muchas actividades donde no es evidente cuánto hay que dejar, como una actividad organizada donde hay más de un actor: el guía y el conductor. Nosotros nos fijamos algo así como 20 libras egipcias para las cosas pequeñas -como abrirnos una tumba- y entre 200 y 400 para tareas que llevaban mucho tiempo, como conducir desde Aswan a Luxor parando en los templos. En general, la gente ponía buena cara al recibir esas cantidades, así que supongo que no estaban mal.

En cualquier caso, salvo que quieras ir de disgusto en disgusto, calcula entre un diez y un veinte por ciento más el presupuesto del viaje.

Bueno, pues con todo lo expuesto parece razonable preguntarse si vale la pena ir de viaje a Egipto y aquí la respuesta creo que depende de cada cual. Si te interesa mucho la antigua civilización egipcia, como es nuestro caso, sin duda que es un viaje muy recomendable, aunque sea de forma organizada. Sin embargo, si el legado cultural egipcio no te apasiona, creo que hay destinos exóticos mucho más cómodos para el turista occidental, como Turquía, Georgia, Armenia, Uzbekistán, Kirguistán y un largo etcétera.

20 consejos antes de ir

Termino esta entrada sobre un viaje libre a Egipto con 20 consejos a vuelapluma, aunque seguramente ya los tendrás en cuenta si eres una persona viajada. En caso de que no fuera así, insisto, te recomiendo que hagas un viaje organizado.

1. Viaja con dinero en efectivo, al menos unos 1000 euros para los 15 días por si surgieran emergencias. Salvo en algún sitio arqueológico, apenas encontrarás datáfonos, aunque sí cajeros, y te agradecerán que pagues siempre que puedas en esta moneda. Ojo, los billetes no pueden tener ningún desperfecto, pues de lo contrario no los aceptarán. Para llevar el dinero de forma segura puedes guardarlo en una riñonera interior.

2. Ni se te ocurra comer nada que no esté cocinado, pelado o lavado. Es decir, no bebas agua del grifo -aunque sí la puedes usar para lavarte los dientes- ni compas fruta pelada o vegetales crudos. Las infecciones gástricas allí son de aúpa. Lleva al menos dos cajas de fortasec o similar.

3. Verás muchos gatos y perros callejeros. Ni se te ocurra acariciarlos, que tienen todo tipo de bichos, pero míralos con cariño, que mantienen lejos a las ratas.

4. Es un país musulmán donde impera la sharía, por lo que es muy machista y homófobo. Viste con prudencia si eres mujer, evita las demostraciones públicas de afecto y ni se te ocurra dar pie a que piensen que formas parte del colectivo LGTBI.

5. Se puede encontrar cerveza buscando en Google Maps en algunos restaurantes y alguna que otra tienda; pero si la compras, bebe con mucha discreción. No compres drogas ni aunque te las ofrezcan por la calle, que no lo harán, aunque fuman mucho hachís, ya que si te cazan irán luego a por quien te la haya pasado.

6. No hables jamás de política ni de religión. Si te cuentan algo, escucha sin dar tu opinión. Es mejor decir que eres cristiano que ateo. Ni se te ocurra decir que eres judío en caso de que lo fueras.

7. Podrás encontrar una sim de Vodafone en el aeropuerto antes de salir de la zona de embarque. Si estuviera cerrada la tienda cuando llegues, en la ciudad hay muchas.

8. No hables con nadie que se dirija a ti primero, solo con quien escojas tú. Lo más probable es que esté buscando una propina o robarte de alguna manera. Les dices amablemente que no a todo y sigue tu camino.

9. Se acostumbra a regatear. Nosotros no, porque no compramos nada. Si regateas, recuerda de dónde vienes y dónde estas, que regatearle medio euro a un paisano de allí viniendo de un país rico es, sencillamente, miserable.

10. Nos sorprendió no ver apenas turistas por las calles a pesar de que había batallones en los sitios arqueológicos. No te quedes en el hotel, sal a pasear y cenar fuera. Hay muchas zonas seguras, incluido en El Cairo, como las que he indicado antes, y es una pena no ver nada de las ciudades.

11. No hay semáforos. Cruza con paso firme y siempre manteniendo la misma velocidad a la que veas que no van muy rápido. Los conductores son los primeros interesados en no atropellarte para no abollar el coche y mancharlo de sangre.

12. No escatimes esfuerzos en estudiar todo lo posible sobre el antiguo Egipto antes de ir, pues disfrutarás mucho más los sitios. Además de los tropecientos mil documentales que hay en You Tube, puedes hacer un curso gratuito de la UAB que hay en Coursera. Si no se conoce nada de Egipto, un par de libros aconsejables son Dioses y mitos del Antiguo Egipto de Robert A. Armour, Cómo leer el arte egipcio de Richard H. Wilkinson, la guía de Luxor de Kent R. Weeks y la Historia del Egipto Antiguo de Trigger, Kemp, Connor y Lloyd. Además, te recomiendo los canales de You Tube de Laura Egiptología y José Lull.

13. Trata de ir en invierno y no vayas ni loco en verano, pues el calor te impedirá disfrutar del viaje. Si puedes, evita las navidades, que son temporada alta.

14. No te quedes con el primer presupuesto para hacer una actividad. Recopila varios y quédate con el que te resulte más conveniente.

15. Hay dos bonos de museos, la Cairo Pass y la Luxor Pass. Solo compensan si se compran de forma conjunta, pues con la Cairo te hacen descuento de la segunda, y aún así, es muy poca la diferencia, al menos en el momento de escribir estas líneas. Nosotros no las compramos y en total nos debimos gastar entre 200 y 300 euros en entradas a los sitios… creo, no lo sé, tendría que echar cuentas. Hay unos pocos carísimos, como la tumba de Nefertari, que son unos 45 euros, pero el resto suele estar entre los 3 euros los más baratos y los 15. En general, salvo que se vayan de madre, como las tumba de Seti I y Nefertari, suele valer la pena pagar lo que cuestan, ya que siempre puedes volver a ganar más dinero y raro sería que volvieras a Egipto. En cualquier caso, si vas ajustado de presupuesto, te conviene estudiar bien esta partida económica, que no será pequeña. La comida y el alojamiento, en cambio, son mucho más baratos.

16. Aunque vayas en invierno, lleva ropa ligera y algo que te puedas echar encima por la noche, pues hará calor y no va a llover. En el desierto te pueden dejar mantas.

17. Lleva papel higiénico o pañuelos de papel para los primeros días, pues no hay en muchos sitios e igual tardas en encontrar dónde comprarlos.

18. Disfruta de la gastronomía local, que está rica, incluidos los sitios de comida rápida. ¡Ay, esos shawarmas que buenos estaban!

19. No dejes que una mala experiencia te arruine el viaje. Será fácil que alguien te cobre de más o que tengas algún percance en una excursión; sin embargo, hay muchas cosas muy interesantes que ver a cambio, las cuales deberían tener mucho más peso en la mochila emocional, sobre todo si relativizas el contexto económico: sí, igual pagas por una botella de agua 50 libras porque no hay otra tienda cerca, pero seguirán siendo solo 1.50 euros.

20. Sé respetuoso y mira el país con cariño. Hay muchas personas que hacen bien su trabajo y tratan de que el viajero se sienta cómodo en un país con un legado cultural impresionante. Quédate con los recuerdos de esas experiencias en vez de los momentos agobiantes de los pesados de las tiendas de souvenirs.

Y poco más puedo aconsejar sobre un viaje libre a Egipto: ten cuidado y pásalo bien.

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