Völundr y Dédalo
Los mitos del héroe griego Dédalo y el dios nórdico Völundr presentan algunas coincidencias que quizás no sea fruto de la casualidad.

Por diversos indicios podemos suponer que el personaje mitológico Dédalo está vinculado con el mundo de los herreros y que, probablemente, viajó con ellos a medida que se fueron extendiendo los metales por Europa. Además, conocemos por lo menos un caso seguro en el que se identifica a Dédalo con Völundr (o Wieland) el dios escandinavo de la metalurgia (el mito de la Völundr hus).
Hay otro caso en el que se advierten semejanzas entre Völundr y Dédalo. Se narra en una antigua leyenda escandinava conocida como El cantar de Völundr(Volundarkviđa), que se recoge en el Edda Mayor, una recopilación medieval de poemas escandinavos cuya antigüedad se remonta a siglos atrás.
Según esta leyenda, el rey de los lapones tenía tres hijos que se dedicaban a esquiar y cazar animales. El primero se llamaba Slágfid, el segundo Égil y el tercero Völundr. Durante sus viajes llegaron a Ulfdálir («Los valles del lobo») y construyeron allí una casa.
Una mañana descubrieron en la orilla de un lago cercano a tres mujeres con apariencia de cisne que estaban hilando lino. Eran valkirias y el que estuvieran tejiendo lino las relaciona con las nornas (1). Dos de ellas eran hijas del rey Hlódver: Hládgud Svánhvit («la blanca como el cisne») y Hérvor Álvit («la llena de ciencia»); y la tercera, Olrin, era hija de Kiar el de Válland (2). Cada hermano tomó por esposa a una mujer cisne: Slágfid se casó con Svánhvit, Égil con Olrin y Völundr con Álvit.
Después de siete años viviendo juntos, las mujeres cisne sintieron nostalgia de las tierras del sur desde donde habían llegado y se fueron volando. Los dos hermanos mayores se fueron en su busca, pero Völundr se quedó en Ulfdálir con la esperanza de que su esposa regresara algún día. Para regalárselo cuando volviera, talló un collar magnífico formado por 700 anillas de oro.
Cuando Nídud, el rey de Suecia, se enteró de que existía un collar tan espléndido mandó a sus hombres que se lo trajeran. Aprovechando que Völundr había salido de su casa, los soldados entraron y encontraron el collar. Sin embargo, no se atrevieron a robarlo y se limitaron a llevarse una anilla. Al regresar, Völundr se dio cuenta de que faltaba una anilla pero pensó que, ya de vuelta, se lo habría llevado su mujer Álvit. Mientras la esperaba, se quedó dormido y los soldados le aprisionaron.
Para impedir que huyera, Nídud ordenó que le cortaran los tendones y que lo abandonaran en un islote enfrente de la costa llamado Sevarstad («El enclave del mar»). Además, se quedó con su espada y dio la anilla de oro a su hija Bódvild.
Tan solo el rey se atrevía a ir hasta Sevarstad, donde Völundr permanecía prisionero fabricando todo tipo de piezas valiosas. Pero Völundr no se dio por vencido. Durante las noches, construyó unas alas y realizó unas alhajas que atrajeron la atención de los dos hijos de Nídud. Los hermanos fueron en secreto hasta el islote y Völundr aprovechó que estaban mirando embelesados el interior de un arca para cortarles la cabeza. Con sus cráneos talló dos copas recubiertas de plata y se las entregó al rey; con sus ojos, piedras preciosas que envió a la reina; y con sus dientes, broches preciosos que regaló a Bódvild. Luego arrojó sus cuerpos al foso del palacio de tal manera que solo sobresaliesen sus piernas y todos pensaron que los niños habían muerto al caer por descuido.
Días después, a Bódvild se le rompió la anilla de oro y fue hasta el islote para que Völundr la arreglase. El herrero se mostró muy cordial. Le ofreció un vaso de cerveza, Bódvild bebió confiada y cayó dormida víctima de un narcótico. Völundr aprovechó para violarla, dejándola embarazada, y luego salió volando con las alas que había construido.
Antes de irse, se acercó al palacio de Nídud y, a cambio de que le prometiese que no haría daño a Bódvild, le contó la terrible verdad sobre la muerte de sus hijos mientras se marchaba volando entre carcajadas.
Como vemos, las desventuras de Völundr recuerdan a las de Dédalo en Cnosos. Algunos parecidos y diferencias son:
a) Dédalo también debía trabajar para Minos, aunque llegó a la isla por su propio pie, exiliado de su Atenas natal por el asesinato de su sobrino Pérdix.
b) Cuando descubrió que había ayudado a Ariadna y Teseo, Minos encerró a Dédalo en el laberinto, que equivaldría al islote de Sevarstad.
c) Völundr se muestra mucho más cruel que Dédalo, pero hay que tener en cuenta que entre los vikingos la venganza violenta no estaba mal vista. Cuando no podían o querían llegar a un acuerdo económico que compensase las pérdidas, era normal que las familias se enfangasen en largas venganzas durante años.
d) Aunque esta coincidencia no parece relevante, Völundr y Dédalo tienen un hijo en la corte del rey: Völundr con Bódvild, sin su consentimiento, y Dédalo con Náucrate, una esclava de la que no sabemos nada más que fue la madre de Ícaro.
e) Nídud mutila a Völundr, mientras que Minos se limita a encerrar a Dédalo sin hacerle daño. Sin embargo, el dios de los herreros Hefesto, que guarda una estrecha relación con Dédalo, sí que se había quedado cojo desde que Zeus lo despeñó desde lo alto del Olimpo. De todas maneras, en general, los personajes mitológicos vinculados con el mundo de los herreros suelen ser cojos, lo cual quizá esté relacionado con la costumbre de lisiarlos para que no se fueran a otro lugar.
f) Pero el parecido más importante es que los dos destacan por sus habilidades artesanas y su ingenio, y que escapan volando de sus respectivos captores, unos reyes tiránicos e injustos (3). Es improbable que esta similitud sea fruto de la casualidad.
Por lo tanto, parece que Völundr y Dédalo presentan las suficientes semejanzas para pensar que están relacionados. Sin embargo, no está claro el origen de este nexo. ¿Derivan ambos de un dios de los herreros que se extendió por Europa durante la incorporación de los metales? ¿Adaptaron los germanos algunos pasajes del mito de Dédalo a su propio dios de los herreros cuando entraron en contacto con los romanos? ¿Se produjo esta confusión durante la cristianización de Escandinavia, hacia el siglo XI, cuando gracias a los monjes cristianos se empezaron a conocer los mitos griegos?
Para responder esta cuestión, dada la escasez de textos sobre Escandinavia y los germanos antes de la llegada del cristianismo, debemos acudir a la arqueología y ver si existe alguna representación de esta historia de Völundr que nos permita situarla en alguna época.
La representación más antigua que conozco se encuentra en un fragmento de la llamada piedra Ardre VIII, una piedra tallada con dibujos e inscripciones vikingas datada entre los siglos VIII y IX. Esto significa que la conexión entre Völundr y Dédalo puede remontarse, cuanto menos, hasta época vikinga: ¡fascinante!

Fragmento de la Ardre VIII. Swedish Museum of National Antiquities. Estocolmo. De izquierda a derecha vemos a Bódvild, luego a Völundr con sus alas, su herrería y, por último, los dos hermanos muertos.
Notas
1. Según el Edda Menor, había tres nornas principales relacionadas con los seres humanos –Urd, Verdandi y Skuld–, pero además había otras nornas de las familias de los dioses, de los seres humanos, de los elfos y de los enanos. Parece ser que los vikingos creían que todo el mundo tenía asociado una norna, que podía ser buena o mala, que tejía su destino al nacer.
2. Luis Lérate señala la posibilidad de que este nombre estuviera relacionado con César el de la Galia.
3. En la Historia de los reyes de Britania, escrita hacia el año 1130, el obispo galés Geoffrey de Monmouth menciona otra persona habilidosa que se construyó unas alas, el mítico rey Bladud, aunque en su caso el intento de volar terminó fatal:
«Este Bladud fue un hombre extremadamente ingenioso e introdujo las artes mágicas en Britania. No dejó de llevar a cabo prodigios hasta que, habiéndose fabricado unas alas, trató de levantarse por los aires y cayó sobre el templo de Apolo, en Trinovanto, haciéndose trizas».
Curiosamente, Bladud, cuyo nombre recuerda al de Dédalo, también destacó por sus labores de ingeniería hidráulica (recordemos que Dédalo construyó una piscina y unas termas en Sicilia):
«Sucedió a Hudibrás su hijo Bladud, que gobernó por espacio de veinte años. Construyó la ciudad de Kaerbadum, que ahora se llama Bath, e instaló en ella termas de uso público bajo la advocación de Minerva, en cuyo santuario dispuso fuegos inextinguibles que no se convertían nunca en cenizas, sino que, cuando empezaban a consumirse, se volvían bloques de piedra [¿lava?]».
(Traducción de ambos fragmentos de Luis Alberto de Cuenca y Prado en Alianza Editorial, Biblioteca Artúrica).
4. El cantar de Völundr puede leerse en la traducción de Luis Lérate. Edda Mayor, Alianza Editorial, Madrid, 1986.
5. Las peripecias de Dédalo en Cnosos pueden leerse en mi web: El jardín de los dioses
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Escrito en La Casa de Asterión (26-02-2009)
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