Jeroglíficos: 5. Sustantivos – género y número
El género y el número de los sustantivos.
Al igual que nosotros, los antiguos egipcios definían el género y el número de un sustantivo añadiendo distintas partículas a la raíz de la palabra, tal y como hacemos con los nombres “niños” o “niña”, que comparten la raíz niñ-.
Género
En egipcio clásico solo había dos géneros, masculino y femenino, no existía el neutro. El género se definía con el monolítero con forma de panecillo, la t , que indica que el sustantivo es femenino; su ausencia, que es masculino. Este sufijo -t nunca dejó de añadirse, aunque con el tiempo dejó de pronunciarse, y, si lo hubiera, siempre va delante del determinativo de la palabra.
También podía modificarse el dibujo del determinativo en algunos casos, como sucede con las palabras hijo e hija.
Además de para escribir los sustantivos femeninos, como explica Josep Padró (2006), el femenino se utilizaba para:
1. Las cosas abstractas.
Los nombres abstractos y colectivos siempre van acompañados del determinativo de las tres rayas, ya sean en vertical o en horizontal (vd. infra).
2. Los colectivos.
3. Algunos nombres de países extranjeros.
Por último, decir al respecto que hay que tener cuidado con un porcentaje muy reducido de palabras que, aunque llevan la terminación -t, son masculinas.
Número
En egipcio, el número de los sustantivos podía ser de tres formas: singular, plural y dual, que sería dos, el equivalente a “un par”. El singular no tenía ninguna terminación especial, el plural en w y el dual en wy o ty según fuera masculino o femenino.
singular | plural | dual | |
masculino | -w | -wy | |
femenino | -t | -wt | -ty |
La manera de indicar el número, explica Alain Gardiner, fue evolucionando a lo largo del tiempo. Podía escribirse de tres maneras y a veces podían coincidir a la vez.
1. Una es añadiendo el monolítero w, pronunciado u, que podía representarse con un polluelo o una especie de cuerdecilla enrollada . Hay que tener cuidado en estos casos, ya que esta w suele caerse y hay que deducir el número por el contexto.
2. Otra manera de denotar el plural es añadiendo un determinativo formado por tres líneas, que podían disponerse en horizontal , vertical o formando una especie de triángulo según las posibilidades del espacio disponible. Era la manera más frecuente de indicar el plural de los ideogramas y en los determinativos (de hecho, este signo es a su vez el determinativo de plural).
3. Además, en el período arcaico, también podían indicar que un sustantivo era plural repitiéndolo tres veces, lo cual era frecuente en conceptos religiosos y dos en el caso de dual.
El dual se formaba añadiendo el monolítero y, que podía representarse con dos juncos, , o con dos rayas, . Era una fórmula muy antigua y en el clásico, explica Josep Cervelló, solo se utilizaba en dos contextos:
- Para referirse a las partes dobles del cuerpo humano, como son los dos ojos o los dos brazos.
- En el caso de algunos conceptos relacionados con la ideología dual del Estado egipcio, como la expresión «Señor de las dos tierras» (el Alto y el Bajo Egipto).
Para formar el femenino plural o dual, que necesita dos partículas, se ponía primero la que indica el número y luego la t del género. Para entendernos, es como si en lugar de decir niñas, dijéramos niñsa. En cambio, en el dual se indica al final.
Para transliterar el género, algunos especialistas prefieren remarcarlo con un punto: p.t, nṯr.t, sn.t. Otros prefieren en cambio dejarlo todo junto: pt, nṯrt, snt, lo cual quizás sea menos claro.
Bueno, de momento vamos a dejarlo aquí.
Referencias
Huertas López, Laura. Curso de jeroglíficos egipcios. Vídeo genitivo. 2022.
Cervelló Autuori, Josep. El sintagma nominal en Introducción a los jeroglíficos egipcios (vídeo). 2022.
Padró, Josep. La lengua de Sinuhé, Gramática del egipcio. Crítica, 2006.
Sánchez Rodríguez, Ángel. Cuadernos de Lengua Egipcia. Volumen II. Los nombres. Amigos de la Egiptología. Ver online.
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